Extraño a Aegon

Desafortunadamente vivió muy poco tiempo. Tenía 1 año y 8 meses cuando murió a causa de un golpe de calor de camino a la clinica veterinaria.

Los golpes de calor son algo común en estos perros, sin embargo, siento que no hice lo suficiente para prevenirlo.

Este fue el primer perro que tuve junto con mi esposa, y es curioso que se volvió parte de nuestro día a día de una forma tan grande que a más de 1 año de su partida, seguimos pensando en las cosas que estaría haciendo actualmente.

Aegon era un Bulldog Inglés.

Era un Bulldog muy peculiar. Era muy activo y muy alocado. A diferencia de otros bulldogs que he conocido, que en su mayoría, son flojos.

Algunas veces, por ejemplo. Cuándo yo hacia cierto ruido con mi boca, o silbaba. Él emitía un ladrido muy corto y bajo. Como avisando solamente. Como diciéndome "Hey, no". Y si lo seguía haciendo, comenzaba a ladrar como si no le gustara que lo hiciera. 

Algo que me gustaba es que, como a un niño, tenías que ocultarle que estabas comiendo algo, porque si se daba cuenta, llegaba y te ponía ojos tristes para que le dieras.

O cuando escuchaba el ruido que hace un cuchillo al chocar con la tabla de picar, ya sabía que había algo para él. Porque cuando yo picaba jitomate, siempre le daba una parte. En parte era porque yo no quería tanto jitomate.

Otra cosa que me gustaba de él, es que con mi esposa era un perro muy tierno y cariñoso. Y conmigo se ponía todo salvaje. Si ella se sentaba cerca de él, él se acercaba a ella por cariños. En cambio, si yo lo hacía, saltaba sobre mi y me lamia y me mordía jugando. 

Lo extraño mucho, extraño jugar con él y que me haga enojar porque hacía travesuras. Ahora que tenemos un bebé, no me cabe duda de que Aegon hubiese sido muy tierno con él. Que lo hubiese cuidado y que le habría encantado compartir sus croquetas con él jaja y que hubiese sido feliz creciendo de su lado. 

Vaya, está comenzando a llover.